Leo en Le Monde y en el El Mundo (son dos periódicos distintos, aunque se llamen igual 😉 ) lo siguiente:

Un proyecto en EEUU busca brindar conexiones en red sin posibilidad de ser controladas

La noticia en Le Monde viene a ser por el estilo:

Commotion, le projet d’un Internet hors de tout contrôle

Menuda conmoción. Vamos a ver, la idea no es descabellada, dado las WI-FI de largo alcance (long-range WI-FI  o wide-range WI-FI) que se disponen hoy en día. Tampoco es nueva. Hay gente como Valencia Wireless que lleva haciendo algo parecido hace algún tiempo. Pero vamos a ver en qué consiste, en líneas generales, y en qué se diferencia de Internet, si es que se diferencia en algo.

La idea es que nosotros vayamos conectando nuestros routers WI-FI con aquellos que tenemos cerca. Pongamos, por ejemplo, que quiero jugar en red con mi vecino de la finca de enfrente. Conecto el router con el suyo y hacemos una única red. E incluso uno de nosotros podría dejar de pagar a su proveedor de Internet (Estoy dando pistas). Pongamos que otro colega, de unas calles más lejos, quiere jugar también. A mi router no llega, pero por el azar del destino a mi amigo de enfrente, sí. Se conecta a él y yo ya puedo conectar a nuestro nuevo invitado. Ahora un poco más. Pongamos que un colega más lejano, pero dentro de nuestra cobertura WIFI, es Larry Page, y tiene los servidores de Google en su casa (puede que duerma abrazado a ellos). Se conecta con nosotros y descubro que, ninguno de nosotros tiene que pagar a nadie para conectarse a Google, porque llegamos perfectamente a los servidores de Larry sin necesidad de pasar por Internet. Y así seguimos hasta tener el mundo entero conectado por WIFI. ¡Y nadie paga Internet!

Ahora bien, detalles con respecto a la noticia.

1. Es un sistema ‘descentralizado’, ‘tela de araña’ y esos palabros tan ocurrentes. Recordemos que Internet también lo es. No hay cambio real. Lo único que ocurre es que no hay infraestructura. Esto es, ni infraestructura de cables (sino los routers de cada uno), ni satélites, ni carísimos cables de fibra óptica transatlánticos.

2. Internet tiene otro tipo de infraestructuras, como los servidores de dominio, DNS que sirven para que podamos poner facebook.com en lugar de un numero larguísimo. Es evidente que estos servidores también pueden conectarse WIFI con el resto de nuestros colegas, pero… ya tenemos un sitio central donde hay que acudir para buscar el larguísimo número que nos permita conectarnos a facebook.

3. Mi colega que es vecino de Larry Page tendrá un problema. Aunque Larry tenga más pasta que pesa, y se pueda permitir el Ferrari de los routers, todas las peticiones a google pasarán por el router de mi colega. Va a tener que refrigerarlo con nitrógeno líquido.

4. Otro colega que tengo en la isla de Pascua se queda jodido. Más aislado que un palestino en una fiesta de Hanuka, como no se compre una antena para el router del tamaño de la Torre Eiffel.

5. Los esquimales ya se pueden ir comprando routers, porque hay que llegar a América.

6. ¿No se puede rastrear? ¿Por qué? Menuda chorrada. Si es libre, por mucho que vaya encriptado (que ya se puede hacer por Internet, con salvedades… ya entraré en este tema otro día), cualquier Echelon puede introducirse y espiar lo que haga falta.

7. Y seguiría, pero se haría muy largo… acepto aportaciones en los comentarios…

En resumen: Según vaya saliendo información veremos si hay algo nuevo. En el artículo comenta que se podría tener de esa forma una ‘red paralela’, pero mi opinión es que se podría usar como método de transmisión añadido, como ya están los cables de cobre, fibras ópticas y satélites. Y me parecen ridículos ambos titulares como si esto fuese el acabose. Es lo mismo, de otro color. Internet se diseño como red distribuida, imposible de destruir. Y estoy convencido de que es así (catástrofes solares aparte). No creo que haya nada nuevo, pero ya veremos. En cuanto a controlar, si cualquiera se conecta a la red, también se conectarán los ‘vecinos cotillas’ que siempre quieren averiguar con quién nos acostamos.

Pero eso sí, reconozco que el titular llama la atención.